Meteorología Aeronáutica

Información General... TURBULENCIA

Definición:

En meteorología el término turbulencia se refiere normalmente a unos movimientos atmosféricos menores que la corriente media. Por consiguiente, comprende un espectro amplio de movimientos; a los efectos del vuelo de aeronaves sólo importa una banda estrecha de la turbulencia. El término turbulencia aeronáutica se utiliza para designar aquella parte del espectro turbulento que representa un problema para la aviación; las respuestas de las aeronaves a esos movimientos se conocen como meneos o sacudidas.

Respuesta Aeronáutica a la turbulencia:

Los términos meneos o sacudidas sirven para describir movimientos perceptibles de la aeronave resultantes del turbulencia atmosférica; su longitud y escala de tiempo son tan pequeñas que resulta virtualmente imposible corregirlos por los métodos normales de mando o control. En la práctica, esas irregularidades del vuelo resultan molestas o lastiman a los pasajeros.

Una definición menos restrictiva incluye movimientos de mayor escala, parcialmente contrarrestables en virtud de técnicas refinadas de mando; por su intensidad, resultan apreciables en el caso de tormentas y ondas de montaña.

Componentes del la turbulencia con tamaños próximos al de la aeronave, o algo menores, llegan a producir grandes fuerzas no uniformes sobre la superficie de la misma; lo que ha de dar lugar a guiñadas, cabeceos y balanceos, así como a otros movimientos erráticos. Efectos de resonancia dan origen a vibraciones en las partes flexibles de las aeronaves.

El modo más importante de respuesta de las aeronaves a la turbulencia atmosférica es la aceleración vertical de toda la estructura. Las dimensiones del movimiento en tormentas y ondas de montaña son mucho mayores que las correspondientes a las ráfagas que producen sacudidas. Pro ello se intenta contrarrestar los efectos de las velocidades por métodos normales de mando. A pesar de todo puede perderse altura.

Las ráfagas horizontales pueden originar aceleraciones verticales en una aeronave por cambio de su velocidad instantánea con respecto al aire. Por consiguiente las sacudidas ordinarias pueden ser el resultado de ambos tipos de ráfagas, esto es, las verticales y las horizontales. Las primeras son sin embargo mucho más intensas.

A niveles bajos e intermedios la turbulencia aeronáutica es, en general, isótropa y así resultan apreciablemente intensas sólo las ráfagas verticales. Por el contrario, hay pruebas de que en ocasiones tiene lugar anisotrópicas con fuerte rafagasidad horizontal a niveles superiores, particularmente en la estratosfera. La técnica de reducir velocidad en aire turbulento será entonces menos efectiva.

Riesgos de la turbulencia aeronáutica:

La turbulencia es una de las mayores causas de accidentes aeronáuticos. Un factor importante es la intensidad de la ráfaga, que puede ser lo bastante grande como para producir daños estructurales. Volando a velocidad reducida esto requerirá normalmente una ráfaga cortante del orden de 15 m/s. Por otra parte, la intensidad necesaria de ráfaga, a velocidades ordinarias de crucero, sería del orden de 10 m/s. Por lo tanto debe tenerse cuidado para evitar regiones donde sea probable encontrar turbulencia, tanto en nube como en aire claro.

El vuelo también puede ser peligroso en condiciones turbulentas si la aeronave toma una actitud fuera de lo normal o aumenta su velocidad; lo que puede ser resultado de la propia turbulencia o de los intentos del piloto para no perder mando y mantener altura. Los intentos exagerados en este sentido pueden no ser aconsejables, dado que aumentan el riesgo de falla estructural.

Vibraciones producidas por componentes menores de la turbulencia refuerzan a veces los efectos de las ráfagas dominantes; lo que puede dar como resultado un fallo estructural si hay algún defecto desconocido en la célula. La fatiga metálica acentuará este problema, caso de que la aeronave hubiera estado sometida a cargas repetidas de ráfagas a lo largo de mucho tiempo.

La conservación de mando puede ocasionar una catástrofe. Cuando se pierde, suele ser difícil recuperar el vuelo horizontal a una altitud de seguridad en condiciones turbulentas. Velocidades verticales de 30 m/s ocurren en algunas tormentas, haciendo virtualmente imposible mantener altura. Afortunadamente las corrientes descendientes disminuyen en intensidad cerca de la superficie terrestre, pero un esfuerzo del piloto para mantener altura podría colocar a la aeronave en una actitud extrema. Turbulencia intensa en los contornos de la corriente vertical pueden dar por resultado una pérdida de mando.

La turbulencia origina también otros problemas. Los pasajeros pueden sufrir lesiones o padecer incomodidades durante un vuelo agitado de larga duración y el piloto experimentará dificultades durante el despegue o aterrizaje en condiciones turbulentas.

[Fuentes de Energía Turbulenta]

Información suministrada por el Programa de Meteorología Aeronáutica del IDEAM

Ayudas de navegacion

INSTITUTO DE HIDROLOGIA METEOROLOGIA Y ESTUDIOS AMBIENTALES
Ó Todos los derechos reservados